Los recuerdos de aquellos días no se van, nunca lo harán.
Están en las fotos,
en los souvenirs,
en esos productos del supermercado,
en la misma ropa que llevamos aquellos días,
en los mismos zapatos con los que andamos tantos kilómetros...
Nostalgia... poderosa fuerza.
¿Pero qué pasó exactamente para que aquellos recuerdos se estancaran ahí?
Dicen que a las personas nunca terminamos de conocerlas -cierto, no hace mucho descubrí eso, que ya pueden pasar años que no las terminas de conocer-, yo creí conocerte. Y como creí conocerte me pillaste con las barreras bajadas.
Y dolió. Dolió esa indiferencia posterior a ese par de años de fuerte amistad.
Dolió intentar crear nuevos recuerdos y que pasaras del tema.
Dolió que me olvidaras para tantas cosas.
Dolió que me dejaras a un lado después de tantas vivencias.
Dolió. Mucho.
Y aqui sigo después de más de un año, testigo de todas tus nuevas vivencias, alegrándome por ti y entristeciendome por mi misma por no saberme ni merecedora ni conocedora de todas ellas, salvo por las fotos que veo en contadas ocasiones... Viendo públicamente cómo extrañas a otras amistades mientras que de mi no sabes desde hace más de un año.
Y lo intenté. Y lo sabes, y en el fondo te consta.
Pero cansa.
Cansa ver cómo te desvives por unas y por otras después de tocar tierra, pasas.
Pasé, ya no a un segundo plano, sino al final de la lista.
No me considero débil por echarte de menos, pero a veces si que me considero imbécil por ese mismo hecho.
''Debes aprender que a lo mejor formamos parte de ciertas etapas de la vida de una persona, y como toda etapa, todo finaliza, y al final simplemente somos unos bonitos recuerdos y miles de fotos y vivencias de esa persona, debes aprender que a veces pasa así, que no siempre habrá un 'continuará', que a veces habrá un punto y final y debes aprender a vivir con ello, aprender a vivir con que el sentimiento de una persona hacia ti -en el ámbito de la amistad-, no tiene por qué ser el mismo que sientas tú hacia ella''
Me encuentro en esa fase de aprendizaje, en la fase en la que he de aceptar que tuvimos una bonita etapa cargadas de mil cosas, y que si acaso he de buscar consuelo en esas ya viejas fotos.
Me apena.
Pero dejaste clara tu elección hace un tiempo.
Y como buena amiga que considero que fui, he de aceptarla.
Pero la puerta no se cierra. No, yo no soy así.
Quizá algún día caigas en esta página y ates cabos.
Quizá algún día te de por recordar aquellos viejos tiempo conmigo, y añadir recuerdos.
Quizá.